domingo, 27 de abril de 2014

Te deseo y me deseas.



Intrincado deseo de quien deseas,
la seducción, esa acción y efecto,
del juego del deseo, la ilusión y el arte,
la magia de quien seduce, 
la seducción hecha carne de quien cuenta. 

Esta representación del poder, 
busca trastocar el orden,
lo establecido, la idea consiste,
del inconsciente deseo que nos cerca.

Me haces desear eso que deseo,
su poder, la fascinación y el miedo,
que produce su tradicional vinculación 
al pecado, a la decadencia,
a lo ilusorio del coraje y la espera.  

La seducción, esa acción engañosa
ese arte que cautiva y que atrae,
que me dan ganas y alientos de amarte
y ganar el ánimo, la atención, 
la voluntad ajena, mi sed cobarde.

Te deseo y me deseas, eso basta, 
para encontrarnos y hacer el amor,
amarnos, besarnos, buscarnos Ser:
mucho más que dos; mucho más que amantes.

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