las palabras constantes
hechos, partes,
concurrencias
que viajan a marte,
salen, implican dejarse,
sumarse,
restarse
y después encontrarse.
Los cuerpos
los sueños
las ideas, las visiones,
tu bello carácter,
cátedrales de fuego
y una ambrosía
que nace al tomarte.
El cielo
el pudor de una diosa
su amor, su temor
y después encontrarse.
Los cuerpos
los sueños
las ideas, las visiones,
tu bello carácter,
cátedrales de fuego
y una ambrosía
que nace al tomarte.
El cielo
el pudor de una diosa
su amor, su temor
son cosas
que no la hacen cobarde.
Un tiempo
que no la hacen cobarde.
Un tiempo
un café
el escondernos
de todo
y de nadie
constante ilusión
constante ilusión
que nace tocarte
un poco más al amarte.
Tus pezones
son algodones de azucar
que se derriten en mi boca
cuando busco admirarte,
tu piel al dormir
abriga mi alma y lo sabes,
una puerta desnuda
que nos invita
a gemir
como solo los amantes
lo hacen.
Un aceite
que lubrica tu piel
al tocarme
al hacer el amor
el instito nos vuelve
una hoguera que arde,
nos hace pulsión y deseo
un orgasmo que nace,
aun sin penetrarte
porque somos dos mundos
que han decidido admirarse
y si lo permite el tiempo
encontrarse y amarse.
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