Crónicas del placer

Escribo las crónicas de un adiós,
las novelas de un par de noches,
los versos del erotismo,
la poesía del reencuentro,
los cuentos del ayer.

Escucho el susurro de tu voz,
las palabras del exilio.

Siento los vocablos de tus labios,

las hogueras del deseo

en la humedad de tus orgasmos.

Redacto los tratados de tu piel, 

pactos del querer,

las normas de mis celos,

los decretos del placer.

Busco invadirte en el sofá, 

en mi cama, en tu cuarto, 

en el pasillo y los rincones 

de espacios no soñados.

   

Siento y veo
levantándose a tus pies
mi pecho y las huellas que hoy ofrendas,  

me deslizo 

tan suave y profundamente

que no puedas deteneos,
y convocas a mi suerte
a las crónicas del placer.