martes, 13 de febrero de 2018

Homenaje póstumo.






Como un gigante se sostenía,
sus años rechinaban con peligro
para aquellos hombres de poder
que no entendieron su sabiduría.

Era asiento del canto de los días,
en su memoria habitaban historias
del origen de la vida:
de la locura de hombres y mujeres,
de la codicia del mezquino,
del asesino blanco que en nombre de la conquista
cosecho el descalabro de la razón y la armonía.

Fue un consejero del silencio
de las realidades difusas
que entre historias se perdía,
y contemplo con firmeza
la grandeza de sus visitas.

Se mantuvo en pie
hasta la última de sus hojas,
se mantuvo erguido -altivo,
frente a la arrogancia del poder
que lo simplifica

Sabe que su legado estará en los bosques,
porque su alma es libre
porque su amigo el viento lo ha llevado lejos
donde las manos de los hombres
son curadas con medicina.

A mi amigo el árbol que talo una mano amiga...


No hay comentarios:

Publicar un comentario