viernes, 9 de septiembre de 2016

Meditación



Tengo tres segundos:
Inhalo el suspiro
que me lleva al inmenso firmamento.

Exhalo y encuentro las razones
que dejan mi mente en blanco
en la piel de todo sueño.

Tres, solo puedo comprender lo que buscaba,
sin saberlo,
y mi alma en el silencio del pensamiento.

Entonces el suspiro
escapa sin pretextos,
solo con la idea de salir
de la prisión de donde te contengo.

Y me hice hoja y me encontró de nuevo
frente al papel y el lápiz,
que me anuncia la luz de un nuevo encuentro,
en la meditación de tu piel sobre mi cuerpo.

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