dar, ni dejar, ni recibir.
A veces los versos faltan
y se difumina tu voz,
en el gemido de mi voz.
Simple exhalación que calla:
- la tormenta en la calma,
la danza de dos.
Simple es el aullido de un lobo,
bajo su soledad.
Las palabras son una tenue luz
que esgrimen dolor, ausencia.
Vacíos llenos de erotismo,
y tu recuerdo que ahora me es extraño.
Son versos sueltos
profugos, fugitivos, intuitivos,
tan simples con el amor,
tan duros como el olvido.
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