Era tan preciso amar y tan indispensable sentir,
que busque la tinta de su labial y escribí:
"No existe tiempo en donde puedas huir,
ya te amé, ya fui tuyo y fui tu souvenir,
me vine en ti y exploré tus latentes sonrisas,
esa mirada de amor que me envolvió para siempre,
en una luz de esperanza y despedida,
ya tus pezones después de hacerte el amor fueron míos,
ya te inmortalicé en mis versos, ya no puedo seguir en esta huida".
Al terminar cerré mis ojos y volviste a mí,
como una lluvia de imágenes,
como un constante jadeo de mi respiración,
como un cuerpo inexplorado,
como una amante recurrente de su pasado,
como una flor en la primavera,
como una turista en las playas de sol de veraniego,
como una noche con sus lunas y sus estrellas,
como una mañana tibia,
como una tarde llena de colores,
como una sinfonía en mis recuerdos,
como una infinita levedad en mis suspiros.
Volviste, volviste entonces como nunca habías vuelto,
volviste para ser amada,
volviste para recordarme de ser recuerdo,
que era no necesario recordarte,
porque nos sentimos y supimos
que el amor vale mucho más que eso,
que unas cuantos pasos,
que unos cuantos instantes en el tiempo.
que unas cuantos pasos,
que unos cuantos instantes en el tiempo.
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