miércoles, 12 de marzo de 2014

Ausencias.

Ante la ausencia no queda más que olvido,
y aunque no diga nada
estoy condenado a sentirlo todo.
Y aunque no digas nada,
estás condenada a decirlo de algún modo.

No quedan más que ausencias,
o reparos de olvido;
olvidos de memoria, 
olvidos con escalofríos.

Siempre existieron excusas, 
siempre se encontraron motivos.
Fue un crimen pasional, 
para dejar un hueco en el suspiro, 
y así argumentar que No existe alguien más, 
que tu lista sigue hacia lo desconocido.

Yo viví en tu pecho,
yo fui quien te llevo al excelso,
conmigo encontraste todo,
aunque faltara dinero en los bolsillos.

Sembraste un amor perenne,   
en tu cuerpo y mi cuerpo,
desnudo y tibio, húmedo, lleno de deseo,
de placeres y gemidos. 

Ungiste mis versos llenos de delirio,
ya no quedan ausencias,
solo un olvido prometido.     



     

No hay comentarios:

Publicar un comentario