miércoles, 21 de febrero de 2024

Una copa.



Sostenías tu copa,
tu cabello brillaba
y su color natural, el negro.                
                  -como la noche,
                   suspiraba en el alba.

Admiraba entonces su traslucir
en medio de la nada,
y siendo el alba, fui un suspiro en sí.

                                -Nací en ti.

Recorrí cada duna
como un pacto en tu locura
fragüe tocar tus besos
y en un intento, reviví,
creciendo a cada instante
un poco más de ti en mí. 

Más grande fue la sorpresa
                           - las sumas y las almendras
cuando perdí la razón,
la compostura   
al caminar, sin intentar huir
de tus ideas pasajeras.

Entonces te escuché
gemías y esgrimías
tu nombre y tu figura
despertando conjeturas 
un pálpito y una cura,
y un amor que nace aquí. 

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