Hoy no tuve tiempo para tanta prisa,
me dejo el olvido en los recuerdos de la vida,
la ilusión desprovista,
la duda y una soledad escrita.
Hoy no tuve culpas,
ni dudas, ni melancolías,
la paciencia fue mi rima
y una sonrisa vespertina
alumbro mis horas
cuando me invadías sin medida.
Hoy no tuve angustias,
ni tristeza alguna por lo que seria,
hoy me tome un cafe
y conté mis monedas con una sonrisa,
fue exacto lo que me pedían.
Hoy fue un lunes
de los tantos que he pasado despertando,
deseando sea domingo
para no levantarme y seguir durmiendo un rato.
Estoy arto de artarme tanto,
por eso hoy te bese con paciencia y disfrutando,
como quien bebe aun teniendo sed por ser amado.
Hoy te mire aun cuando no me estabas observado
y seguí en silencio tus rutas, tus gemidos y tu tacto,
te amé sin reparos y por primera vez
no pregunte porque lo hago tanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario