martes, 6 de agosto de 2013

Perfume



Suele oler a tu perfume

mi ropero plagado de ti,
es un aroma que recorre mi mente
la invade y seduce
recordando que algún día,
quizás una noche,
fuiste la compañía que en el frente
derroto todas mis fuerzas  
sin importar el después.

Abatido en mi soledad, sin pasiones,
fue un crimen, lo sé,
yo que acostumbraba a ser quien dejaba
a su suerte todo perdón y todo dolor,
porque prisionero nunca pude ser.      

Es un humor profundo
el de tu perfume en mi piel,
de lo que fuimos en ese rincón,  
en la cama de huéspedes,
en el pasillo, en la cocina,
en ese salón de clases del quinto piso,
en la humedad del bosque
en el camping, en el motel,  
en la casa de tu amiga
y en mi cuarto también.

Tengo impregnado,
tu pudor, tu sudor, tus besos,
son como un recordatorio
que ofrenda tu nombre
por si llegas un día 
sepas que nadie más pudo tener
más que tu perfume en mi piel.
 

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